domingo, 18 de septiembre de 2016

Una venganza jurásica, triste y sangrienta entonada en suspiros de muerte, satanismo y seducción.

Hoy vengo a hablar un poco de cine. Como ya sabéis, y si no lo sabéis ahora lo sabréis, me gusta el cine.
Desde siempre me ha gustado mucho ver películas. Cuando era pequeño no había fin de semana sin película. Y como casi todos los niños que ven películas, en mi caso veía aquellas que me gustaban una y otra vez. Mis padres debieron estar hartos de ver insectos 3D en el salón cada domingo por la tarde, estoy seguro.
Una cosa buena de esto es que veía cine. La mala, que no veía todo tipo de cine. Ese problema me ha acompañado hasta hace unos ocho años, cuando traté de salir de ese círculo de ver mil veces la misma película. En una infancia marcada por Pixar, Harry Potter y El señor de los anillos, no dediqué tiempo a ver mucho más. Evidentemente veía muchas películas nuevas, pero no de la forma en que trato de hacerlo ahora.
Nunca he ocultado que envidio a los niños que conocieron la tradición del videoclub, que vivieron su niñez en esos años ochenta en los que tanta gente disfrutaba de una cultura del cine importante, niños acostumbrados a ver muchas películas cada fin de semana.
Yo no llegué a ser un niño videoclub; tampoco iba cada sábado al cine.
De ahí que, aunque me gusta mucho el cine, me cuesta ver muchas películas. No siempre tengo la predisposición, o las ganas. Pero negar que me fascina ver películas sería ridículo.
Yo creo que cada persona tiene un grado para todo. No ver mucho cine no hace que te guste menos.
En mi caso, tengo muchas carencias en cine. Apenas he visto clásico. Me centro mucho en lo que hay ahora, y en cine de los ochenta/noventa. Cuestión de prioridades o de organización.
Espero poder organizar mejor mi vida y poder ver de todo sin preferencias absurdas. Ah, y tener el tiempo que necesito para ver todo ese cine.
Dicho esto, voy a presentar una lista de películas favoritas.

Me cuesta decidir qué películas son las que más me gustan. Porque una cosa es eso y otra cosa es decidir cuales son buenas. Seamos claros, para saber lo buena que es una película se requiere mucho, mucho más que simplemente ser espectador. Hace falta conocer muy bien el lenguaje del cine y haber visto miles de películas.
Me gusta el cine pero no he visto tanto como me gustaría. He visto poco cine, pero el que he visto ha hecho que mi pasión por el mismo aumente, desde que era pequeño.
La lista no es de películas buenas, sino de películas favoritas. Películas que me gustan mucho o que han influido mucho en mí tanto a nivel cinematográfico como por ayudarme en algún momento de mi vida, sean o no buenas.
Pues ahí va. No hay orden de preferencia, las voy poniendo por la edad a la que las vi, o eso he intentado (no puedo estar seguro de cual fue antes entre los once y los catorce años, fue una época de descubrimiento). Y muchas son películas muy conocidas. Pero por eso las vi en su día, y cada una me ha influido para ver un tipo concreto de cine.

Nota previa a la lista: cada película tiene asignada una imagen, situada en la parte inferior del texto explicativo de cada una. Esta imagen no pertenece a la película, pues sería un problema de derechos de autor y no quiero ese problema en mi blog. Pero cada imagen, de licencia gratuita, tiene mucho que ver con la película en cuestión. 

Jurassic Park- Esta película fue muy importante para mí. Tiene que ver con mi pasión por los dinosaurios, mi fascinación por los avances tecnológicos y mi descojone con 6 años al ver la escena de Gennaro en el retrete a punto de ser devorado. Cabe decir que el hecho de ver al personaje de Dennis Nedry programando un sistema capaz de controlar toda una isla es uno de los motivos por los que estoy estudiando ingeniería Multimedia (programación).



Braindead-Esta película supuso mi confirmación de que existía ESE tipo de cine. ¿Qué tipo de cine? Pues veréis...de pequeño pasaba mucho tiempo (casi como ahora) con mis abuelos, en sus pueblos. Uno de mis abuelos era muy aficionado a ver películas por las noches. A veces, en esos momentos en que mis padres estaban en otra habitación, yo me escabullía de la cama y entraba en la cocina o el salón, donde estaba mi abuelo. Enseguida me hacían volver a mi cama, pero en esos minutos que pasaba con mi abuelo veía partes de películas realmente terroríficas...recuerdo bichos gigantes matando gente, vampiros devorando mujeres, muertes terribles...
En aquel momento me daba miedo verlo, pero cuando años después vi "Braindead" comprendí que esa película pertenecía a un tipo de cine que ya conocía pero que no había visto.
 A partir de ahí, busqué películas del estilo: gore, zombies...también después conocí a Romero. Y luego vino REC de Jaume Balagueró y Paco Plaza.




Balada Triste de Trompeta- Fue esencial por la brutalidad y locura de cada escena. Descubrí a Álex de la Iglesia, lo cual me llevó a conocer también a Vigalondo, Urbizu...el cine español de thriller y tramas locas que más me gusta también hoy en día.
Esta película fue, además, una forma de comprender ciertas cosas a la edad en la que la vi. Una inspiración. Una forma de descargar energía, de hacer que sufras, goces y te desahogues. Una delicia en forma de tarta de nata, chocolate y fresa...podridos.



El día de la bestia-Es evidente que es importante si ya me gustó Balada. Creo que es lo que más me gusta del cine español posterior a los noventa. Un cura, un heavy y un Iker Jiménez. De locos.
Esta película tiene una trama tan original, delirante, irónica y tantas escenas buenas que el conjunto es casi perfecto.



Stoker- Solo tenéis que buscar en Twitter "@sergigomezc stoker" para ver cuánto me gusta.
Esta película tiene un lenguaje bastante notable y explícito, es fácil ver las referencias implícitas en la película, el uso de los colores...todo eso es muy potente, mucho más que el argumento. El argumento solo es la excusa para hablar de la muerte y el sexo como pocos lo han hecho. A mucha gente les aburre Stoker. Si te aburre Stoker es que no entiendes lo que es la escalera, o lo que hace el color rojo en esos planos, o lo que quiere decir una flor blanca al final de cierta escena. No pasa nada, nadie es superior a nadie por comprender esas cosas, pero quiero dejar claro que Stoker SÍ ES una buena película.
Es hipnótica y bella. No parece del 2013. Es muy bueno para la vida saber que se hacen películas así. Necesitamos que haya directores nuevos que sigan jugando con el suspense como lo hace Park Chan Wook.
Sigamos esa estela brillante, por favor.



Old Boy- Nunca había visto en cine una venganza tan descarada e inteligente. Su estilo me va a acompañar siempre. A partir de aquí quise y quiero investigar más en el cine coreano. Hay joyas. Debo ver mucho más. He descubierto "I saw de Devil", "Dos hermanas"...hay mucho. También cine japonés que sigue el estilo y del que apenas he visto cosas. Se me ocurre "Ichi the killer".



Suspiria-Solo faltaba ver esta película, hace relativamente poco tiempo. Ya estoy a los pies de Darío Argento y el giallo. Es el descubrimiento más reciente y me está incitando a ver mucho más terror, que es el género que más disfruto (unimos esto a Braindead, que también es terror a su manera).
He visto otras de Argento como Phenomena, y algunas del maestro, Mario Bava, que creó el subgénero giallo. "La muchacha que sabía demasiado" quizás fue la primera de muchas películas maravillosas que seguían el género y estilo del italiano.





De momento esto. Pero no es nada. Me gustan muchas películas, en mayor o menor medida. Estas son las que he visto más veces, pero todavía no tengo una visión clara de mi cine favorito de los últimos años. Con el tiempo lo veré más claro. Ahora tengo que ver más películas, muchas más, y ampliar cada rama: ver más terror de todas las épocas, más western, más suspense clásico. Cuando lo haga podré decidir mejor.
Hay mucho cine y es muy difícil (requiere mucho tiempo, mucho estudio...) ver de todo y comprender cada estilo, cada época. Poco a poco me dejaré sorprender por todos, por grandes maestros del cine y por otros grandes menos conocidos o prácticamente olvidados que también hicieron buenas o fascinantes películas.

Por último, voy a nombrar unas cuantas películas que no me han influido tanto como las anteriores pero que me gustan mucho y que también son importantes para mí en mayor o menor medida.

Tarzán.
Bichos.
El gigante de hierro.
El señor de los anillos.
Harry Potter.
El viaje de Chihiro.
Amelie.
Hasta que llegó su hora.
Pesadilla en Elm Street.
El laberinto del fauno.
El resplandor.
Abre los ojos (esta película me gusta mucho, pero su descubrimiento se desprende de la influencia de Álex de la Iglesia, y no me influyó tanto)
Reservoir dogs.

Y más recientemente algunas de aquí como Magical Girl, y otras de por ahí que siendo sencillas y nada extraordinarias me dijeron mucho, como Déjame Entrar (la original).

Todo es muy sencillo, todo es muy común, pero así se empieza y así se sigue.
En mi caso el terror y el thriller predominan en mis gustos, y sé que mi aprendizaje va a tener eso muy en cuenta, va a influir mucho.
Espero que os haya gustado leer esto, si es que lo habéis leído. Si no coincido con tus gustos, déjame un comentario con una lista de tus películas favoritas.
Si coincido pero no tenemos las mismas favoritas, déjame otra lista.
Si no me dejas una lista tampoco pasa nada, somos libres. Nos gusta el cine, es lo que importa.
Saludos a todos, ¡y muchas cenizas de fénix!


viernes, 29 de julio de 2016

La verdad de ser humano

En estos momentos rozo la veintena. Y justo ahora, segundos después de la hora programada para la publicación de esta entrada, ya tengo veinte años.
En mi escritorio, con la mirada fija en la pantalla del ordenador, intento comprender qué necesito escribir.
Acabo de ver un capítulo de la serie "The magicians". Serie que empecé a ver unos meses atrás. ¿Cuantos meses? Aproximadamente cinco. Casi medio año, que ha pasado en un suspiro. Sin poder creerlo, sin tener la intención de que el tiempo nos fastidie la vida de esta manera, sin quererlo, sin pretenderlo. Sin tener la opción de rechazar esta vida en la que para cualquier ser vivo solo cuenta el ahora, pero en la que como humanos también nos preocupamos por lo pasado, y por lo que está por venir.
En eso se basa mi problema. Mi problema que también es el de cualquiera. Y es que nadie escapa a esas garras que llevan un reloj de arena por colgante. El tiempo, como habréis supuesto.

Ha pasado mucho tiempo...desde aquellas primeras veces que estuve en la playa. Mis padres me llevaban de pequeño, no recuerdo mi primera vez en la playa.
Ha pasado mucho tiempo...desde que mi tío me regaló el VHS de Harry Potter y la piedra filosofal, meses después de que yo la disfrutara en cine, una de mis primeras películas.
Ha pasado mucho tiempo...desde aquellos días en los que pasé tiempo con un familiar muy querido que hoy ya no vive. Comprender que esos días no volverán fue la forma en que aprendí a llorar, a llorar de verdad, a llorar sintiéndolo.
Ha pasado mucho tiempo...desde aquellos años de colegio en los que me daba miedo ir a clase. Me daba miedo mirar a la cara a ciertas personas. Me daba miedo que intentaran hacerme daño, como algunos solían. Me daba miedo pasar vergüenza, ser humillado por tener gafas, por pesar unos kilos más de la cuenta, por no jugar a fútbol, o por no hacer lo que otros esperaban que hiciera.
Ha pasado mucho tiempo desde que tras todo lo malo encontré algo que me pareció mi salvación; a día de hoy he comprendido que no hay salvación, pero aquello sigue siendo un buen escudo.
Ha pasado mucho tiempo desde que conociera al amor, y a todas las cosas que implica sentir amor hacia una persona. Ahora ya nada de eso me reconforta, porque después del amor y antes de la palabra va un "des-", y ese "des-" oculta muchas, tal vez demasiadas, verdades.

Si 20 años de vida han servido para que una persona aprenda qué cosas bonitas existen y qué cosas malas nos deparan, la única cuestión es saber si todo esto merece la pena. Aquí entra en juego el debate de "optimismo/pesimismo". ¿Mi posición? La siguiente: los optimistas son aquellos que llaman pesimistas a los realistas.

No puedo ser optimista en un mundo. En un mundo, en general. Mientras seamos humanos vamos a preguntarnos cosas, querremos saber más, hacer más, controlar más. Y no podemos controlar nada. Nuestra misión como seres vivos es seguir viviendo. Nuestra misión como humanos es pensar que somos útiles.
Ni somos útiles ni deberíamos seguir viviendo. Esta frase resume la idea que tengo de mi propia existencia. Vivir para descubrir el placer de vivir. Vivir para destrozar la naturaleza.
Si las plantas pudiesen hacer algo, nos matarían a todos. Pero queremos seguir viviendo, porque somos seres vivos.
Y como ser humano rechazo la idea de ser útil. Solo sé que vivo, que hay gente que sabe que vivo, y que hay gente que espera que como humano haga cosas para reafirmar mi utilidad.

Pues voy a responder a todos esos humanos: no esperéis nada. Voy a limitarme a hacer lo que como ser vivo debo hacer, no voy a intentar demostrar nada.

Sobre si merece la pena entonces haber aprendido y vivido cosas bonitas: sí, por supuesto. Pero es como esa pizza que te comiste hace nueve años, ya no la tienes ante ti. Solo sabes que existió. Puede que recuerdes algunas cosas buenas, pero solo son recuerdos; por otro lado puedes no saber exactamente qué sentiste ese día, puede que algo que recuerdas con felicidad lo sea porque durante años así lo has querido, y has modelado esa idea en tu cabeza. Solo importa el ahora, porque es con lo que te vas a seguir enfrentando a las cosas. Y si recuerdas un pasado más feliz, mayor motivo para desmotivarte.

Cumplir 20 años me duele mucho. La vida es como un libro, y yo debo estar aproximándome a la segunda parte. El propio tiempo parece tener prisa; esa prisa me llevará ante la segunda parte de mi vida a la velocidad  más vertiginosa jamás pensada. Y lo único que sé...
Lo único que sé...

Lo único que sé más allá de que hace tiempo que no soy feliz...
Lo único que sé más allá de que creo firmemente que ya nada puede hacerme feliz...
Lo único que sé más allá de que antes de poder intentar mis sueños, éstos ya se han roto...
...de que me encanta ver películas y leer libros pero no soy bueno en nada relacionado con ello...
...de que lo único que puede ayudarme es también lo que me hace daño...
...de que nadie jamás sabrá entender completamente cómo funciona mi mente...
...de que la psicología no me gusta y sé que jamás podrá ayudar a una mente enferma...
...de que las cosas buenas en mi vida han pasado ya...
...de que una raíz poderosa no puede extirparse con unas simples oraciones...
...de que detesto este mundo por cómo hace que la gente se crea culpable de sus males...
...de que los 16 años marcaron el inicio de una transición dolorosa...
...lo único que sé, es que si todo esto me atormenta con veinte años, no quiero imaginar qué me atreveré a contar a los 60.

Cumplir años no debería ser motivo de celebración. Cumplir años es una tortura. Cambiar el número de las decenas es motivo de dejar atrás muchas cosas. De sufrir recordando.
Si no piensas así, entonces estás en el lado optimista. Te niegas a creer que esta vida sea sufrimiento. Te niegas a aceptar que tu vida no es tan importante.
No es egoísta tratar de vivir bien, es egoísta creer que tratar de vivir bien es natural.
Mientras nos creamos seres naturales que hacen cosas naturales nada va a cambiar, tenedlo en cuenta.

Si eres optimista, sin embargo, lo tienes todo ganado. Nada te va a preocupar como le preocupa a un realista. Vas a tratar de vivir cada día sin pensar en lo que te depara el futuro. Nadie te dirá que "debes ver" las cosas de otra forma. No sabrás que eso de "ver las cosas de otra forma" no es tan fácil como vosotros decís.

Tendrás tu lado humano ganado, y solo tendrás que dejar que la naturaleza fluya.

Si eres pesimista, entonces no hace falta explicar nada más.

Cumplir 20 años y dejar atrás la última década feliz de tu vida es duro. Sospecho que los próximos años serán complicados. Mentalmente habrá mucho ejercicio.

Y sobre la meditación...en este momento he alcanzado algo muy importante: la comprensión.
Tras años investigando el porqué de los males mentales, de la tristeza, de la soledad...tras todo este tiempo he logrado comprenderlo. Ahora necesito analizarlo y hallar una respuesta que me haga un poco más fácil el "después".
He vivido algo. Vivir ese algo me hace sufrir. Ahora comprendo por qué lo he vivido. Y necesito preguntarme cual es la forma de vivir con ello de la mejor manera posible, sufriendo lo mínimo.

Quizás cuando esté a punto de cumplir los 30 halle la respuesta. Espero que esa respuesta me ayude a vivir con más tranquilidad lo que me quedará de vida. En caso contrario, no solo sufriré la muerte como ser vivo. No, eso sería demasiado fácil.
También, y esto es mucho más serio y triste de lo imaginable, habré de sufrir la muerte como ser humano. Como ser humano pesimista. No hay nada más cruel en el mundo.

Sergio Gómez, 29 de julio de 2016.

PD: todo está siendo más duro de lo que imaginaba. Decían que hoy se acababa el mundo, ojalá hubiese sido cierto.

sábado, 31 de octubre de 2015

HABEMUS SUSPIRIA

Hace una semana la sangre se derramaba por los costados de aquel cuerpo todavía vivo de un pobre desgraciado. La última película de Eli Roth, que para mí fue el primer visionado de una de sus ficciones, me entretuvo un rato con sus intentos de asquear y hacer reír al espectador sin que el resultado final lograra convencerme. Si la intención era hacer algo tosco y de acabado casposo para que la gente se tomara a broma la película en sí, el director lo ha conseguido. Miedo me da ver alguna de sus obras más conocidas (se supone que "Hostel").
Todo eso y más acontecía por mi mente en el sofá del salón de Fer Zaragoza, del que fui anfitrión durante un fin de semana con motivo de mi visita a Alicante para asistir al Suspiria Festival.
Un año antes había asistido a su segunda edición, viviendo dos días de verdadero disfrute con amigos de redes sociales, viéndolos por primera vez en persona y conociendo a mucha más gente.
Esta vez contaba con tener más confianza y amistad con ellos, con haber conocido a gente cercana al festival durante otros eventos (cabe mencionar el CinemaJove de este mismo año) y con conocer a tres de los directores que este año presentaban corto (Fer entre ellos).
El viaje en autobús se pasó rápido (unas tres horas y media) gracias a que mi experiencia comparaba el trayecto con el que realicé a Almería (unas cinco horas) tan solo dos meses atrás.
Al llegar a Alicante me encontré con algo no menos reconocible en Valencia: frío. Odioso frío de octubre. Sin embargo es un frío entrañable (léase "Cuando Sergio viajó a Alicante para el segundo Suspiria Fest sin nigún tipo de ropa de abrigo"). Entrañable porque es octubre, porque octubre siempre es un mes entrañable. Que tristemente ya ha pasado. Hoy, mientras escribo esto, estamos a 31 de octubre. Menos mal que esta vez sí cogí ropa de abrigo.
Retomemos la historia (real) sobre mi viaje al Suspiria la noche del 23 de octubre. Llegué a la estación de Alicante, donde la encantadora voz de Jorge (la voz masculina electrónica conocida por Loquendo) nos daba la bienvenida.
Fer tardó un poco en llegar, tenía que coger un bus desde San Vicente, ya que aquella tarde había tenido lugar en el auditorio la inauguración del festival, sección de cortos amateur incluida.
En su casa (aquí hay una elipsis temporal de una media hora andando hasta su casa, atravesando media Alicante) vimos esa película que he mencionado antes, ésa con la que me reí un poco pero que prefiero no volver a mencionar más.
Al día siguiente (esto queda muy de cuento, pero la realidad es que apenas dormimos cinco horas y al despertar estaba muerto de sueño) emprendimos la marcha hacia San Vicente del Raspeig para dar comienzo al ansiado día. En el tranvía (en Alicante los llaman "trams", son así de cools) nos encontramos con Jesús Chorro. Mítico Jesús. Todo el mundo le conoce allí.
Una vez en el auditorio de San Vicente, habiendo saludado a Javier y Lorena (sin ellos el festival no existiría, y tampoco la felicidad de mucha gente, me incluyo en "gente") y logrado acomodarnos en las butacas (quien haya estado allí entenderá el doble sentido de "logrado acomodarnos"), empezó la jornada de cine.
Antes que nada, cabe mencionar el saludo especial del director de "Fright night" y "Child´s play", Tom Holland, que podéis ver aquí:


Empieza todo con un documental sobre el cineasta español y valenciano Juan Piquer Simón.
Dos presentaciones de libros. "¿A quién vas a llamar?", de Octavio López sobre los cazafantasmas, y "Lucio Fulci. Autopsia de un cineasta" de Javier Pueyo (otro al que me alegré de ver y saludar).
Tras una cancerígena y rápida pero agradable comida con gente muy maja (En la foto de abajo podéis ver el reencuentro con Jordi Iniesta, otro grande), procedimos a presenciar la MARATÓN de cortos del festival.


De la maratón voy a hablar poco porque se proyectaron muchos cortos y no tengo ganas de hablar de la mayoría, lo cual no quiere decir que sean malos.
La cosa consistía en: Una sección, descanso de (según la inigualable fantasía esotérica del presentador Sandro Macía) cinco minutos, y después una nueva sección. Y así en bucle for de 0 a n-1 secciones (permitidme este chiste de ingeniero).
Las secciones tuvieron buenos cortos, cortos mucho más serios que la pasada edición. No voy a comentar todos, pero mencionaré unos cuantos. Básicamente de la gente que conozco.
"El teléfono de mamá" marca el inicio de la carrera semiprofesional/profesional de Fer Zaragoza. Estoy contento de que lo presentara porque es un corto sencillo pero potente, un inicio discreto. Pero como privilegiado de información que soy respecto a Fer, os aseguro que su segunda obra será más potente, más sangrienta y (espero) de mayor duración.
"Hada", de Tony Morales. Tony vino el año pasado con "Ku", un corto que se mostró como el único corto de estilo screamer en la pasada edición del festival. Este año ha sucedido igual. "Hada" es la película de terror de estilo "Paranormal Activity" o "Insidious" de este año. Estoy seguro de que tendrá buen paso por festivales.
"Three wise monkeys" de Miquel Ángel Font. A este director le conocí en CinemaJove, y ya había visto previamente su "Sinnside". Su corto sobre los tres monos sabios presenta una idea tan simple y tan retorcida que me resultó hermosamente horrible. Bien dirigido, interpretado, ideado...
Finalmente, la entrega de premios. Lo resumo para quien pueda interesarle:


MEJOR CORTO AMATEUR - HERENCIA


MEJOR CORTO INTERNACIONAL - RED THUNDER


MEJOR CORTO ALICANTE TERRORÍFICA - LA CAJA DE LA FELICIDAD


MEJOR CORTO FANTÁSTICO - DOMINGO EL AMANECEDOR


MEJOR GUIÓN - HADA/LAST MEMORY


MEJORES FX - THREE WISE MONKEYS


PREMIO DEL PUBLICO - A OSCURAS


MEJOR CORTO DE TERROR - YAYOS


La entrega de premios siempre es un proceso curioso en el que la gente más o menos sabe lo que le espera pero siempre hay sorpresas. Esta vez también las hubo, sin duda. Prefiero no manifestar mi opinión sobre los resultados, creo que hay premios muy merecidos.

Finalmente logramos ponernos a cubierto (esto tiene más sentido si explico que en cuanto terminaron de entregar los premios y hacer la foto del público salimos fuera a tomarnos algo por ahí como recompensa por aumentar nuestro dolor cervical) y servirnos unos refrescos antes de la cena.


Tras una (de nuevo) cancerígena cena...a ver, esto es ir muy deprisa. Pero todos tenéis "cenas". De esas que duran dos horas y te da tiempo a hablar de todo. TODO. Así fue esa cena. No hay fotos, pero podéis imaginarlo. 
Tras la cena no sucedió como el año pasado (fiesta en el baresito, fiesta en el baresito, bebida y fiesta, música y música, disfraces, curas travestis, sueño ya cuando las cinco...). Esta vez la opción fue más relajada, más de gente que es un año mayor. Un pequeño disfrute nocturno de la zona más céntrica del pueblo, charlando sobre cine, algo maravilloso que nos llevó a todos a estar allí juntos aquel día.
Supuso un encuentro de cine y de gente. Muy contento de volver a verlos a todos. Se me pasarán varios, pero en general fue genial volver a ver al TopCineXtreme (Fer, Jordi, Jesús, Jesús Vidal...), a Javi y Lorena, a Emilio Sanchís (gracias como siempre por todo), a Isaac Sánchez, incansable bloguero que allí donde hay un festival de cine él va, a Javier Pueyo, que cada año tiene nuevo proyecto y avanza incansable en este mundo de locura, lo mismo con Tony Morales, con el que tanto nos reímos el año pasado (este año la situación no era la misma sin ese encuentro mítico en los servicios...él lo entiende), con el resto de miembros del Suspiria y asistentes habituales. 
La despedida y el regreso fueron lentos y tristes, pero necesarios. Ahora no importa que acabara, lo principal es que el año que viene disfrutaremos de una edición más del Suspiria Fest. Ahora solo cuenta mirar el calendario cada pocas semanas, pensando: "cada vez queda menos, cada vez queda menos...".

Adjunto imagen del cura travesti del año pasado. Un hombre mítico.


lunes, 12 de octubre de 2015

¿PERO NO HAS VISTO...?

Llueve. Inevitablemente, como es de esperar. La voz de alarma de un familiar me previene, logro coger el paraguas antes de que los nervios estallen. Cuando quedas con gente es importante no ser el último, hay que intentar ser siempre, como mínimo, el segundo o tercero. Si solo quedáis tres personas mejor sé el primero. Y yo llegaba tarde. De ahí los nervios.
El autobús no llega. Le cuesta unos diez minutos. La parada no tiene techo, tan solo es un poste atornillado al suelo. El paraguas se abre por el viento, luego me mojo.
Llego tarde a la cita, dando saltos de charco en charco (no había cemento libre donde pisar). Tiene lugar la segunda cosa que más nervioso me pone en un día de lluvia después de las prisas: Entrar en un sitio con la ropa chorreando de agua. Es asqueroso y estresante. Pero no hay otra.
Tras la cita me desvío hacia la FNAC, bendita su existencia. Me paso cerca de una hora mirando DVDs y Blu-Rays. No llevo dinero para gastar en películas, pero yo las miro. Las que más me gustan las escondo en la parte del fondo de estanterías recónditas. Intento con ello aumentar las posibilidades de encontrarlas en el mismo lugar el próximo día de rebajas en cine. Ojala "Bad Taste" aguante ahí hasta noviembre, tras las caratulas de tantas otras películas de terror de cualquier época y subgénero.
He dicho que no llevaba dinero para películas, porque lo que llevaba deseaba gastarlo en un libro.
Como ya tenía claro el libro, no tuve más que dirigirme a la estantería, desear que estuviera, cogerlo y salir pitando de allí. Pagué por él, claro.
El libro es un análisis, entrevistas mediante, sobre la película "Tesis", del director Alejandro Amenábar. Había visto ese libro allí en otras ocasiones. Me había parecido curioso, pero hasta ese momento no había podido adquirirlo. Ahora me alegro, porque ese día, con toda seguridad, terminé con la reserva mundial de ese libro en tiendas. Llevaba ahí desde 2003. Posiblemente ya solo queden ejemplares de segunda mano.

¿A qué viene todo esto? A que me gusta el cine. Un poco. O a lo mejor más que un poco. El caso es que me gusta.
Desde cuándo es un misterio. Creo que siempre me ha gustado, pero cada etapa ha tenido sus diferencias y sus descubrimientos.
Ha habido sagas que han marcado mi infancia, películas que veía una y otra vez, películas que me descubrieron nuevos géneros, nuevos estilos, nuevos directores.
Todo ello contribuye al enriquecimiento cultural y cinematográfico de cualquier persona a la que le guste ver películas.
Cada persona ha tenido su propia experiencia. Hay quien desde pequeño ha visto decenas de películas de terror, quien las ha descubierto más tarde, quien está empezando "El señor de los anillos" con 20 años y quien a esa edad no ha visto nada de Alfred Hitchcock.
Pero todo ello debería importar poco. A mi parecer, lo importante es el GRADO de interés por el cine.
Claramente, cada cual tiene sus gustos, pero siempre se puede extraer un orden de "interés" en el cine.
Los hay que tienen interés en cine bélico, en cine de ciencia-ficción moderno, en cine con muchos efectos especiales. Serían todos aquellos que consumen "Transformers", las películas de Marvel, los taquillazos relacionados con sagas anteriores (El Hobbit, etc...), las películas de "Cuidado Obama que asaltan la Casa Blanca"... El interés es ese tipo concreto de espectáculo (siento meter a los de Marvel en el saco de los de Transformers, pero es que si no esto sería eterno).
Después los hay que ven un poco de todo, pero que el presupuesto sea superior a 20 millones y americana, si no, es una mierda. Aquí cogen todas las películas de directores actuales como Christopher Nolan, Quentin Tarantino, Martin Scorsese, etc. En este punto tenemos a aquellos que valoran algo más que los efectos especiales y saben dónde ver buenas historias, pero no les flipa tanto el cine como para volverse loco viendo de todo.
Después están los que ven de todo. En este apartado podemos destacar a su vez muchos grupos, que voy a intentar resumir con varias frases de parodia:
1-Veo cine de autor paso de cosas de Hollywood porque es super comercial.
2-Veo cine de Hollywood, porque mola y allí se han hecho parte de las grandes películas del cine, y también veo películas de cualquier país, me interesa más de qué va que el presupuesto.
3-Veo cine de "X género/director/país" porque lo demás es mierda.
Ejemplo: Hola veo cine de Nolan porque Interstellar es lo mejor desde "Una odisea en el espacio" y Origen es una obra maestra.
4-Veo de todo pero hay algunos géneros que se me escapan porque me interesan menos, sin embargo intento ver lo mejor del mismo para no ser un hipócrita.

Debo reconocer que yo soy una mezcla entre el grupo 2 y el grupo 4. El musical, la comedia romántica, el western...son géneros que he visto muy poco. Me gustan, pero siempre son los que se quedan atrás si debo elegir uno de ellos o, por ejemplo, una de terror o un thriller.
En base a esto, me gustaría decir algo importante:
No me gusta la gente de "¿PERO NO HAS VISTO ESA PELÍCULA?"
Los hay por todas partes. En cuanto dices que aún no has visto tal película, ellos te presionan haciéndote creer que has perdido la infancia por no haberla visto.
Como esto es un blog personal, voy a decir cómo me siento yo cuando me lo dicen: mal.
Aunque siempre he disfrutado del cine, existen una cantidad grande de películas que habría querido ver de pequeño. Con 8 años, o con 14. Pero eso ya no puede ser. Y en aquel momento yo no tenía consciencia de la existencia de esas películas. Es imposible arreglarlo. Lo único que puedo hacer es verlas ahora, disfrutarlas por primera vez con mis ya casi dos décadas.
No he sido un "niño terror", uno de esos niños que en su infancia descubren las películas de terror y las disfrutan. He visto muchas del estilo a esa edad, pero no las grandes del género que llevo descubriendo estos últimos 5 años.
Y no por ello soy menos amante del cine, no por ello tengo menos derecho que otros a adorar el personaje de Freddy Krueger, disfrutar las travesuras de Chucky, o temblar con la presencia del loco  Michael Myers.
Que por cierto, hoy he visto por primera vez "Halloween" de John Carpenter, y me ha encantado.
A seguir disfrutando del cine, que simplemente es ir viendo lo que descubrimos o nos descubren.

Hasta próximos escritos, os deseo muchas cenizas de fénix. (explicación de esta despedida en el anterior post)
Sergio.







sábado, 19 de septiembre de 2015

LA PRIMERA CENA

Siento que un impulso irreflexivo me guía al escribir estas palabras. Simplemente debo hacerlo. Este espacio fue creado para usarlo, para compartir, para contar. Esta entrada es la primera tras la presentación, pero tranquilos, no haré más hincapié en el tema. Simplemente tomo consciencia de ello, de saber que estoy iniciando este recopilatorio de hechos, pesadillas o pensamientos.
Ayer vivimos la primera cena. En apariencia puede sonar banal, inútil, evidente, carente de interés. Y probablemente quien lo piense lleva razón.
Pero no, hay algo más en la cena. Algo que va más allá de la propia cena. El encuentro, las palabras, las miradas. El hecho de saber que has pasado de nivel. Ahora todo es diferente pero sigue igual. Que siga igual va unido al hecho de que algunas cosas sean buenas y otras no, algo implícito en vivir. Y todo ello va de la mano con el tiempo. El tiempo pasa, luego nada es igual en cada momento. "Metafísica, filosofía, estupidez" pensará alguno. No, es solo reflexionar sobre tu entorno. La cena simboliza la unión, una unión que cada día se fortalece, una unión con tus ideas, con tu alegría, con tu máxima expresión de vivir. Al final, sin embargo, nada será útil. Como el fénix que renace de sus cenizas, al final será todo igual, eternamente.
Y echarás de menos cada uno de esos momentos, cada soplo de felicidad, a pesar de que otros soplos agiten tu cabello. Nunca recuperarás aquellos viejos momentos. Nuestro problema, pues, se basa en que no somos aves fénix. Nosotros gozaremos de unos cuantos soplos, pero en algún momento ya nada renacerá de nuestras cenizas.
Lo que me lleva a pensar en las copas.

Las copas de la cena. Estaban allí, quietas. Petrificadas como cristal que las compone. Inmóviles. Pero atentas, reflejando cada uno de nuestros colores, de nuestras estupideces. Las copas son útiles. Por eso se inventaron. Con esto tengo serias dudas, porque si todo lo que se crea es útil, ¿qué hacemos nosotros los humanos viviendo?
Volviendo a las copas, ellas nos sirven. Bebida, concretamente. Pero, ¿qué bebida? ¿Agua? ¿Vino? ¿Coca Cola? Ellas no lo saben. Pero podría darse el caso de que sí. De que las copas tuvieran pensamiento propio. ¿Os lo imagináis? Cada una de ellas pasará por los labios de unas dos o tres personas al día, según el restaurante/bar que habiten. Tendrán bebida favorita y rezarán porque su dueño momentáneo elija dicha bebida. Hablarán entre ellas con ligeros silvidos, no audibles para los humanos. Sufrirán con las burbujas del gas de los refrescos.
Hasta morirán al caer al suelo y hacerse añicos. En ese sentido, creo yo, no pueden sentirse seguras cuando el dueño momentáneo es un niño pequeño. Demasiado peligroso, ¿no? La verdad, no quisiera ser una copa.

Aquí en la izquierda un ejemplo gráfico de la acepción de "felicidad". El señor efe me dijo que de momento no podían añadirlo al diccionario, pero que se estudiará con el tiempo, tras solucionar el tema de la fotografía de "feo".





Tras la cena todo quedó en un ligero desvarío del que hago homenaje con mi amigo, el señor H, en la foto de abajo...


   En resumen, la cena empieza algo que ya tuvo su inicio y que tendrá su triste final, pero de lo que no podemos quejarnos porque existimos,
podemos ser conscientes de esa felicidad que a veces vivimos, algo que las copas no pueden hacer. Ruego una oración en honor a las copas
del mundo, que jamás sabrán que cientos de labios las saborearon (pensad esto en un humano, ¿veis como es triste?).




Y por favor, que nadie piense que "La primera cena", título de esta entrada, tiene algo que ver con "La última cena", como si quisiera reírme del tema religioso. Para nada. Pero sí que es una ironía: En la última cena Jesucristo "acaba" (eso de que resucita no se lo cree
ni la virgen María). En nuestra primera cena todo "empieza" (aunque ya tuviera un inicio). Me gustan las metáforas absurdas, ya lo iréis viendo.

Espero que disfruten de sus cenas, estoy seguro de que ya no verán a las copas con los mismos ojos.
Saludos, abrazos y cenizas de ave fénix,
Sergio.

PD: Cenizas de ave fénix hace referencia al momento en el que el fénix arde y de sus cenizas resurge un nuevo fénix.
Me parece oportuno para una despedida porque es como desear juventud, el renacer aporta fuerza y salud. Pues eso, ¡salud!

martes, 15 de septiembre de 2015

UN NUEVO BLOG, UNA NUEVA PERSPECTIVA

¡Hola! Me alegra que estés leyendo esto. Significa que acabas de conocer este blog, o que has leído mucho de él hasta que te has decidido a echar un vistazo a la primera entrada.
Este blog no pretende ser más que un reflejo de algunas de mis vivencias, de algunas de mis ideas, de los eventos que considere interesantes para compartir, de las reflexiones que resulten fructíferas. 
Pretendo escribir en este blog para guardar todo ello, para evitar que se pierda en el tiempo, para calmar ese ansia que a veces nos impide vivir. 
Nada de eso significa que la lectura de estas entradas no pueda ser agradable. De hecho, trataré de que cada entrada contenga lo necesario para que lo sea. Así que ya sabes, si te gusta leer y por el título intuyes que la entrada te puede interesar, prepara un café caliente, siéntate frente al portátil y lee con calma y curiosidad todo lo que quieras. Sin límite, este blog pretende ser permanente. 
Hasta los próximos textos. 
Saludos, 
Sergio.